Por Camilo Raigozo
La Fundación de Derechos Humanos “Joel Sierra”, denunció que el 5 de julio de 2008, a las 3:30 p.m. arribaron al caserío de Caño Seco, municipio de Saravena, Arauca, siete personas de civil quienes llevaban consigo armas largas escondidas en costales.
La Fundación de Derechos Humanos “Joel Sierra”, denunció que el 5 de julio de 2008, a las 3:30 p.m. arribaron al caserío de Caño Seco, municipio de Saravena, Arauca, siete personas de civil quienes llevaban consigo armas largas escondidas en costales.
Cuando pasaron por la parte occidental del caserío, le dispararon a una persona de civil que transitaba por el lugar. Después ingresaron al caserío e hicieron apagar la música de los establecimientos comerciales y requisaron a los presentes.
Como a los 10 minutos llegó un convoy del ejército nacional acantonado en la base militar del municipio de Fortul, adscrito al batallón Revéiz Pizarro con sede en Saravena.
Las siete personas de civil y armadas, quienes acaban de disparale a un hombre abandonaron el caserío en el mismo convoy del ejército.
El 7 de julio pasado, alrededor de las siete de la noche en las inmediaciones de la vereda Playas de Bojaba, municipio de Saravena, fueron asesinados los indígenas Rafael Segundo Tamaran Cobaria y su esposa Maribel Sepúlveda Bokota, de 18 y 17 años respectivamente. La joven tenía siete meses de embarazo.
“Alertamos a las comunidades y pobladores para que denuncien estos hechos de manera oportuna y le cerremos el paso a posibles acciones encubiertas de la fuerza pública a nombre de supuestos paramilitares”, dice el comunicado de Alerta Temprana emitido por la organización defensora de los derechos humanos.
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