Por Nelson Lombana SilvaEl terrorismo de Estado no para en la república de Colombia, se acentúa con la "seguridad democrática" del cuestionado presidente Álvaro Uribe Vélez. Se confirma el vil asesinato del camarada Antonio Esquivel, humilde campesino que tuvo que salir desplazado de la vereda Chenchito, municipio de Purificación, departamento del Tolima, hace doce años, radicándose en la cabecera municipal de este municipio, colocando un modesto negocio para su subsistencia y la de su familia.
El pasado 13 de junio fueron encontrados su despojos mortales al lado de cuatro cadáveres más en el río Magdalena, en Girardot, Cundinamarca. Todo parece indicar que los asesinos de la motosierra lo esperaron a altas horas de la noche que regresara a su modesta habitación para asesinarlo y arrojar su cuerpo a las turbulentas aguas de este río.
La última vez que los habitantes lo vieron fue en el cruce de Purificación donde departía con algunos amigos algunas copas de licor. Era casado y padre de tres hijos, quienes se encuentran radicados en la ciudad de Bogotá.
El 14 de junio, se llevaron a cabo los funerales en este municipio con la presencia multitudinaria de los Purifisenses, quienes condenaron y rechazaron el execrable crimen de Antonio Esquivel, comunista, con 64 años edad.
Es un crimen más de la burguesía colombiana, un crimen de las oscuras fuerzas del paramilitarismo en unidad estrecha con un sector del militarismo como se ha venido denunciando, nacional e internacionalmente.
Continúa la masacre contra la verdadera oposición, tal como le aconteció a la unión patriótica, así diga el presidente Uribe que el paramilitarismo está desarticulado. Los hechos dolorosos, demuestran lo contrario.
A los familiares, amigos, relacionados y compañeros, del camarada Antonio Esquivel, la dirección regional del partido comunista y el semanario VOZ La verdad del pueblo, expresan las más sentías notas de condolencia y solidaridad. Ante la represión oficial y el terrorismo de Estado, el camino es la unidad y organización de las masas.
Ibagué, julio 7 de 2008
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