lunes, 28 de abril de 2008

TRIBUNAL INTERNACIONAL DE OPINION-- LA DESAPARICION FORZADA UN CRIMEN DE ESTADO

Senado-voz
TRIBUNAL INTERNACIONAL DE OPINION
LA DESAPARICION FORZADA UN CRIMEN DE ESTADO

Salón Recinto del Senado del Congreso de la República
Bogotá 24, 25 y 26 de Abril de 2008

VEREDICTO

Los días 24, 25 y 26 de abril del año 2008 en el salón Recinto del Senado, del Congreso de la República de Colombia, sesionó el Tribunal Internacional de Opinión sobre la Desaparición Forzada en Colombia, convocado por la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos ASFADDES, el Proyecto Justicia y Vida y el Senador Alexander López de la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República de Colombia.

El Tribunal estuvo conformado por seis jueces de opinión de distintas nacionalidades que durante estos tres días recibieron cerca de cincuenta testimonios y algunos documentos que mostraron con mucha crudeza y detalle el drama de las víctimas que han sufrido en carne propia este crimen de la desaparición forzada y otros crímenes de lesa humanidad.

Previamente a esta sesión, se realizaron tres audiencias públicas regionales en las ciudades de Bogotá, Medellín y Bucaramanga, con el fin de preparar esta sesión del Tribunal. Igualmente se tuvieron en cuenta una serie de documentos de expertos en el tema que se convirtieron en material probatorio, algunos de los cuales se anexan a este veredicto. Los testimonios presentados fueron cometidos en muchos lugares de la geografía colombiana y representan una ínfima parte de los miles de casos que han sido documentados por las organizaciones de derechos humanos, existen 9000 desaparecidos registrados en ASFADDES desde el año 1982, la cifra registrada en los últimos 30 años llega a los 30000 y la realidad de esta cifra puede ser muy superior.

Los organizadores del Tribunal extendieron con antelación una invitación al Gobierno colombiano para que hiciera su defensa y presentará su punto de vista, pero este no aceptó. Invitaron también una representación de las Naciones Unidas, la que aceptaron, sin embargo sin que la persona presente tuvo la autorización de tomar la palabra, lo que refleja la crisis de la organización de las Naciones Unidas.

El tribunal conoció de casos cometidos desde comienzos de los años ochenta y muchos de estos crímenes perpetrados durante el actual y el anterior gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez. En consecuencia las conclusiones de este veredicto dan cuenta de una situación que atañe a los gobiernos anteriores, al actual gobierno, a otros actores auspiciadores y financiadores y al mismo Estado colombiano, todos ellos comprometidos en la desaparición forzada de miles de mujeres y hombres colombianos y de otros crímenes de lesa humanidad que conoció este Tribunal internacional de Opinión.

La voz quebrada y valiente de quienes se han atrevido a denunciar estos crímenes aún a costa de poner en riesgo sus vidas, fue portadora de la esperanza que aún los asiste de encontrar vivos a sus seres queridos, de que algún día se pueda hacer justicia a los responsables y de que la verdad de todo lo ocurrido pueda retumbar en los corazones y en las conciencias de un pueblo que no está dispuesto a permitir que esta barbarie se vuelva a repetir.

1. EL CONTEXTO SOCIAL Y POLITICO

La profunda desigualdad de la sociedad colombiana se ha reproducido a través de las generaciones, provocando tensiones y conflictos a menudo violentos. A partir de los años 60 surgen organizaciones insurgentes como consecuencia de esta desigualdad en la distribución de la riqueza y de la tierra, generando una profunda crisis social y política. Situación que desató una violencia de inmensas proporciones, cuyas victimas fueron personas de todas las edades, de los sectores populares, especialmente un alto porcentaje de campesinos.

Con el tipo de crecimiento económico vigente, el fenómeno ha tomado nuevas dimensiones y la fase actual, caracterizada por la globalización productiva y financiera y la presencia de empresas transnacionales, acentuó todavía más la brecha entre una minoría beneficiada de este crecimiento y los otros grupos sociales. Eso llevo a los grupos populares a organizarse y a reivindicar una representación política con el fin de cambiar relaciones sociales consolidadas por la configuración del estado.

En el plano político, la expresión de tal estructura social, se manifiesta en un monopolio del poder por parte de dos partidos que representan principalmente los intereses de los sectores sociales y económicos dominantes, rurales e industriales.

A finales de los años 60 la polarización se acentuó mediante una alianza política entre las élites, utilizando varios tipos de medidas para mantenerse en el poder : eliminación física de adversarios políticos, asesinatos de lideres sociales, reforzamiento de milicias paramilitares y el uso de los aparatos del Estado. La mayor tentativa de acabar con el monopolio político, fue brutalmente suprimida, provocando al mismo tiempo una radicalización del movimiento popular y el nacimiento de las luchas armadas.

En los años 90 el narcotráfico también reforzó la dualidad social involucrando altos gobernantes a nivel local y nacional. Surgieron grupos de seguridad privada al servicio de los industriales, empresarios nacionales y multinacionales, terratenientes, ganaderos y narcotraficantes, entrenados por el ejercito nacional y denominados paramilitares, especialmente en las regiones del Magdalena Medio, Antioquia, Córdoba y Urabá, zonas de gran riqueza natural, con abundancia en hidrocarburos, productos minerales y agrícolas y de particular interés para las empresas multinacionales.

Los intereses económicos y geoestratégicos exteriores, especialmente de los Estados Unidos, siempre más presentes con la globalización, contribuyeron a agudizar las tensiones sociales. En esta lógica se inscriben el Plan Colombia I y II, y el Plan Patriota, como la aplicación de la doctrina de la “seguridad nacional” y el apoyo logístico e informático militar por parte del gobierno de los Estados Unidos.

Hoy pueden observarse cambios en la practica de la detención y desaparición forzada, pues ya no son victimas solo los opositores políticos sino también miembros de movimientos sociales y personas que por el solo hecho de frecuentar zonas de influencia paramilitar o de la insurgencia los hacen blanco de esta práctica, así como a sectores de la población considerada “basura social”: indigentes, mujeres prostituidas y drogadictos.

La aplicación metódica de estas políticas tanto de los actores directos de estos crímenes, como de sus autores intelectuales crearon actitudes y orientaciones patológicas y conductas destructivas y sádicas, con la aprobación de importantes sectores de la población, lo que caracteriza los Estados ajenos a los interés del pueblo. En esta perspectiva parecía que no solamente los vivos tenían que desaparecer, sino también los restos de los que lucharon por la justicia y los derechos sociales, como Jorge Eliecer Gaitán y Camilo Torres. Así, las desapariciones forzadas en Colombia no obedecen a razones individuales o accidentales, sino que por el hecho de mostrar un cuadro tan sistemático, masivo y sostenido constituyen un hecho social y político.

También se creo un cuadro jurídico para institucionalizar estas prácticas. En el año 1965, el Estado colombiano emitió el decreto legislativo numero 3398 “por el cual se organiza la defensa nacional” y que fue adaptado como legislación permanente mediante la ley 48 del 1968, que ofreció el fundamento legal a la creación de los grupos paramilitares. Frente a las múltiples protestas, después de cuatro proyectos de ley fallidos para tipificar la desaparición forzada como un delito, se aprobó en el año 2000, la ley 589. Sin embargo, después de 7 años no se ha procesado a nadie y menos aun no se ha condenado a ninguna persona.

En un momento de gran sensibilidad nacional e internacional contra el secuestro por parte de la guerrilla, es necesario recordar también al mundo la existencia de las desapariciones forzadas, fruto de una estrategia oficial y sistemática de lucha contra adversarios políticos y contra los grupos desfavorecidos que se organizan en movimientos sociales. Se trata de una realidad que puede calificarse de Terrorismo de Estado.


2. LAS BASES JURIDICAS

Los instrumentos jurídicos internacionales

La comunidad internacional, ha venido construyendo un marco jurídico representado en el derecho internacional, suscrito en su mayor parte por el Estado colombiano. La afrenta a los derechos humanos en cualquier lugar del mundo, es ahora una afrenta universal a todos los hombres y mujeres del planeta. Al cometer una desaparición forzada, se violan casi todos los derechos fundamentales y la desaparición forzada es considerada por el derecho internacional como un crimen de lesa humanidad.

Los instrumentos jurídicos internacionales suscritos y ratificados por el Estado colombiano son los siguientes:

 La Carta Internacional de Derechos Humanos, Declaración Universal de Derechos Humanos de 1945, particularmente los artículos 1,2,3,5,6,7,8,9,11,12,18,19,20 y 23 # 4°.

 La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, aprobada en la Novena Conferencia internacional americana, Bogotá, abril de 1948, particularmente los artículos I, II, IV, V, VI, VIII, IX, XVII, XVIII, XXII, XXV, XVI.;

 El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, entrada en vigor para Colombia el 23 de marzo de 1976, en virtud de la Ley 74 de 1968, particularmente los artículos 6, 6.5, 7, 9, 10, 14, 16,17, 18, 19, 22, 23 y 26.;

 La Convención Americana sobre Derechos Humanos, entrada en vigor para Colombia el 18 de julio de 1978, en virtud de la Ley 16 de 1972, particularmente los artículos 1, 3, 4, 5, 7, 8, 11, 12, 13, 16, 17, 18, 24 y 25.;

 La Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, entrada en vigor para Colombia el 8 de enero de 1988, en virtud de la Ley 70 de 1986.

Estos instrumentos internacionales contienen los siguientes derechos: libertad personal, derecho a la igualdad, a la vida, a la seguridad personal, a la integridad personal, a la personalidad jurídica, al debido proceso, a la justicia, a la intimidad, a la honra, a la libre circulación, a la libertad de pensamiento, a la conciencia, a la opinión y a la expresión, a la sindicalización, a la protección legal, a la familia, a la inviolabilidad de domicilio, al trato humano y digno y el derecho al nombre.

El Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados sin carácter internacional.

El Artículo 3° común a los cuatro Convenios de Ginebra.

La Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada que el estado colombiano firmó el 17 de septiembre del año 2007, sin que hasta la fecha la haya ratificado.

El Estatuto de Roma de 1988, que condena la desaparición forzada como crimen contra la humanidad.

Los instrumentos jurídicos nacionales

Los instrumentos jurídicos son los siguientes:

 La Constitución Política de Colombia de 1991.

 La Ley 589 del año 2000, regulando los delitos de desaparición forzada, tortura y genocidio y dictando otras disposiciones a este efecto.

 Articulo 165 del Código Penal Colombiano por medio de la cual se tipifica el delito de desaparición forzada.


3. LOS TESTIMONIOS

El contenido de los testimonios

Los casi 47 testimonios de las familias de victimas recogidos durante las sesiones del tribunal, cubren los años ochenta y noventa, pero incluyen casos recientes de los años 2000 a 2007. Lo que une estos casos es que todos son de familiares próximos a las victimas (madre, padre, hermanas, hermanos, hijos, hijas) y proceden de varias regiones como Antioquia, Santander, Córdoba, Cundinamarca, Magdalena Medio, Caquetá, Meta, Tolima, Valle, Cauca, Huila- Muchos de los casos provienen de Antioquia, uno de los departamentos laboratorio según los testimonios donde las cooperativas de seguridad “convivir” fueron patrocinadas, creadas y reglamentadas por la gobernación departamental.

Los casos recogidos entre los años 80 y 90 ocurrieron en medios rurales y urbanos y afectaron diversos sectores sociales que fueron victimizados por parte de una fuerza organizada que golpeaba duramente a los movimientos y organizaciones obreras (la empresa Leonisa), campesinas (San Pablo), pequeños comerciantes (Puerto Berrío), y estudiantes (el caso de los estudiantes de la universidades nacional y distrital en el año 1982 y otros), mediante la realización de masacres colectivas, desapariciones y desplazamientos forzados contra la población civil.

En la mayoría de los casos las víctimas pertenecían a organizaciones sociales, movimientos y partidos políticos, organizaciones comunitarias y de derechos humanos o simplemente vivían en zonas de conflicto. En los años 80 y 90 casi la totalidad de los miembros del partido Unión Patriótica y del Partido Comunista, fueron asesinados.

Sin embargo, todos los hechos citados ponen en evidencia por su carácter sistemático, su intensidad, su constancia y continuidad, que la población civil constituyó el blanco principal sino exclusivo de los ataques de los paramilitares con el aval de las fuerzas regulares. Según los testimonios, la estrategia paramilitar fue agenciada y puesta en marcha desde los sectores de poder del estado o por lo menos complementaria de este. La población en todos los casos se encontraba desconcertada por no entender a las razones de las desapariciones y por el hecho de que no recibían ninguna asistencia por parte de las instituciones del Estado.

A partir de finales de los años 80 se pueden observar cambios en la práctica de la detención – desaparición forzada tanto por el tipo de las victimas, que no son solamente adversarios políticos, sino también personas no vinculadas a un proceso político llegándose a casos de victimización solo por el hecho de frecuentar zonas estratégicas bajo la influencia del poder oficial o con presencia de la guerrilla. Según los testigos las pruebas fueron a menudo fabricadas y manipuladas.

Otros ejemplos, entre los cuales se encuentran los indígenas del Valle del Cauca y de Santander, indican la comisión de crímenes con el claro propósito de garantizar el control económico de las zonas mineras o de las plantaciones de palma y también para la extensión del cultivo de la coca. El sector juvenil urbano es particularmente victimizado con este mismo propósito de control territorial, social, económico y político por parte de los paramilitares, como se comprobó en los testimonios de desaparición forzada en Ciudad Bolívar y Cazuca, zonas muy amplias de la ciudad de Bogotá.

Todos estos testimonios pudieron comprobar la gravedad y la atrocidad de los hechos cometidos contra las victimas y también los daños físicos, económicos y sicológicos, inmediatos o de largo plazo, sufridos por las familias. Fue inmenso el daño y destrucción causados en las vidas de personas, comunidades y la sociedad entera.


Los autores y las razones

Según los testimonios, las detenciones forzadas fueron coordinadas entre los militares, los paramilitares, la policía, y el DAS. Oficiales de alto rango fueron también citados. Revelaciones pasadas y recientes vincularon a muchos congresistas con el paramilitarismo.

De los 47 testimonios presentados en el Tribunal, los actores implicados fueron los siguientes: el ejército (8), la policía (4), los paramilitares (10), la policía con paramilitares (4), el ejército con paramilitares (4), el Das con paramilitares ((1), el DAS, la policía, el ejército y los paramilitares (5).

La mayoría de los casos revelaron la responsabilidad del Estado: falta de protección a los civiles, complicidad e institucionalización de la impunidad. De los casos, la mayoría fueron rechazados por las autoridades locales y nacionales bajo el pretexto de falta de evidencias y otros fueron prescritos en la fiscalía. En algunas instancias se afirmó que no había caso a pesar de haber sido presentada formalmente la denuncia. Muchos casos nunca fueron reportados por el miedo a represalias contra los testigos y declarantes. Aún en los pocos casos presentados ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, hubo muy poca respuesta por parte del Gobierno colombiano. Todos los casos presentados se encuentran en una total impunidad.

Una primera categoría de agrupamiento en el tipo de testimonio es la siguiente: 28 testigos afirmaron que las víctimas habían sido perseguidas por su pertenencia a organizaciones de izquierda, como el Partido comunista (PCC), la Unión Patriótica (UP) o la Juventud Comunista Colombiana. Otra categoría que recoge a 8 testigos identificados como miembros o lideres de movimientos sociales, sindicalistas, organizaciones feministas y estudiantiles. La tercera categoría la constituyen personas sin afiliación política alguna, pero que vivían en zonas de control social o político de las fuerzas ilegales. Eso se expreso por frases tales como : “ Todas las clases bajas son consideradas como guerrillas “, “Hay desapariciones porque vivimos en una zona de influencia guerrillera”, “Los paramilitares deciden quien vive y quien muere”, o, como en el caso de Barrancabermeja, “ La limpieza social ha llegado”.

Los efectos de las desapariciones son muy graves : familiares de desaparecidos son amenazados, arrestados, desplazados, matados o desaparecen y a veces son forzados a buscar asilo en otro país. En muchas instancias las familias expresaron sus angustias frente al hecho que se archivan indefinidamente los casos y por que les apremia conocer la verdad. Un testigo declaro :” Si no podemos obtener justicia, por lo menos tratemos de tener la verdad”. Las desapariciones y el miedo que ellas provocan, desarticula también los procesos organizativos y debilitan los movimientos sociales. El cansancio y la desesperación pueden ser tales que una parte de la población termina por aceptar pasivamente este orden de cosas.


VEREDICTO

Sobre la base de todo lo considerado, en la parte motiva y en las pruebas recogidas (los diferentes testimonios escuchados y su soporte documental), a propósito de las desapariciones forzadas y con fundamento en las normas jurídicas internacionales y nacionales invocadas el Tribunal condena:

1. Al Estado colombiano y sus representantes
 por el incumplimiento de su mandato constitucional de garantizar la protección y el respeto de los derechos y libertades fundamentales a los ciudadanos y ciudadanas, tanto por omisión, permisión y acción directa.
 Por utilizar la desaparición forzada como arma política para eliminar al contradictor incurriéndose así en actos de terrorismo de Estado.
 por los actos criminales y terroristas consideramos como crímenes de lesa humanidad cometidos en la detención y desaparición forzada por el ejercito, la policía y el DAS.
 por su participación en la creación, e impulso de grupos paramilitares y por la complicidad en las acciones realizadas por estos grupos.
 por establecer leyes que aseguran la impunidad de autores de las detenciones y desapariciones.
 por la violación directa de las normas del Derecho Internacional en materia de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario.


2. A los paramilitares directamente implicados en las desapariciones forzadas y por imponer un estado de terror contra la población civil.

3. A los terratenientes, grupos empresariales y las transnacionales por apoyar y financiar los grupos paramilitares responsables en la detención y desaparición forzada.

4. Al gobierno de los Estados Unidos por el apoyo a políticas estatales violatorias a los derechos humanos vía Plan Colombia y plan patriótica; igualmente por financiar las escuelas y programas a militares implicados en desapariciones forzadas y otros crímenes de lesa humanidad.


En consecuencia este tribunal exige al Estado colombiano:

1. El cumplimiento y respeto de su mandato constitucional así como de los instrumentos jurídicos internacionales que ha suscrito y a los cuales se haya vinculado .
2. La ratificación de manera inmediata y sin dilaciones de la Convención Interamericana sobre desaparición forzada.
3. La reforma de la ley 589 del 2000 y del articulo 165 del código penal colombiano conforme a la normativa internacional que regula y sanciona el delito de desaparición forzada.
4. El juicio de todos los actores involucrados en la detención y desapariciones forzadas según el código penal y las normas internacionales.
5. La reparación de los daños materiales y morales de las victimas.
6. El establecimiento de una Comisión de la verdad imparcial a la cual se le garantice los medios necesarios para el desarrollo de su misión.

Este Tribunal hace directamente responsable al Estado colombiano en caso que alguna de las personas que participaron dando su testimonio, organizando o representando las victimas sea hostigada, perseguida o vulnerada en su integridad, vida o seguridad personal.

Esas son las condiciones para restablecer la justicia en la sociedad colombiana y reconstruir la esperanza de todos sus ciudadanos.


Dado a los 26 de abril de 2008.

Jueces del Tribunal:

Dr.
Francois Houtart
Presidente
Bélgica


Dra.
Patricia Dahl
Estados unidos

Dra.
Raquel Warden
Canadá

Dr.
Eduardo López
Colombia

Dra.
Lelia Ghanem
Líbano

Dr.

Omar Fernández
Fiscal
Colombia.


Informes:
ASFADDES
asfaddes@etb.net.co
Tel: 2577997

JUSTICIA Y VIDA
projusvi@yahoo.com
http://www.justiciayvida.org/

SENADOR ALEXANDER LOPEZ
TEL: 3823571/3823572

jueves, 24 de abril de 2008

Sindicato petrolero colombiano denuncia atentado contra el presidente de la USO,Jorge Gamboa C.


*Según la Central Unitaria de trabajadores CUT en lo que vá corrido del año 2.008 son 22 los dirigentes sindicales asesinados por el terror estatal. El último en caer victima de pistoleros fue Jesús Caballero Ariza, fiscal suplente de Sindesena, subdirectiva de Barranquilla, servidor publico del SENA durante 20 años.


Bogotá- La junta directiva del sindicato Unión Nacional de Trabajadores Petroleros de Colombia – USO- denunció que el dia miércoles 23 de abril, a las 4:00 p.m., se presentó un intento de atentado criminal contra el presidente de dicha organización obrera en el sitio de Yarima, Municipio de San Vicente de Chucurí, Departamento de Santander, cuando el dirigente obrero Jorge Gamboa Caballero, presidente del sindicato, acompañaba a un grupo de la población, que mantiene un movimiento reivindicativo de los trabajadores palmeros de esa región.


De acuerdo a la versión de la directiva sindical dos sujetos, confundidos entre los asistentes trataron de abalanzarse contra el compañero Gamboa, uno de ellos con revolver en mano. Los asistentes percibieron los movimientos sospechosos y lograron quitarle el arma al sicario, desarmándolo y entregándolo al Coronel de apellido Polanía que allí estaba. Este lo subió al camión de la policía y adelante en la carretera, lo libero a él y su compañero, sin detenerlo, como correspondía ante un intento de tan graves proporciones.


La USO denunció este gravísimo acontecimiento, que pone de presente los graves riesgos que enfrentan los luchadores sindicales del país, quienes en los primeros cuatro meses del año han sufrido la pérdida de 23 de sus dirigentes.


El comunicado sigue diciendo que el caso de nuestro compañero Jorge Gamboa es particularmente alarmante y sienta un gravísimo precedente, porque el acto en que se presentó hacía parte de las tareas de solidaridad y acompañamiento que la USO viene realizando a favor de las reclamaciones de los trabajadores de la palma, cuyos empresarios amenazan a sus obreros y a toda la población con la utilización de la fuerza para impedir la justa reclamación de sus derechos.


Es igualmente sospechosa la maniobra de la policía en este caso, que en vez de detener a los atacantes los protegió y los puso en libertad inmediatamente, sin la menor explicación ni averiguación.


Sindicato llama a la protesta colectiva contra el terrorismo de estado


Al hacer esta denuncia llamamos a todos los sectores organizados a una vigorosa acción colectiva de protesta contra la situación de amenaza permanente a los derechos y libertades sindicales, especialmente cuando el gobierno se presenta ante la comunidad internacional como interesado en defender los derechos humanos y sindicales, sostiene la USO.


Ante un acontecimiento de tal gravedad, consideramos que no basta con la sola denuncia, sino que debe avanzarse hacía una gran movilización de los sectores populares y sindicales, exigiendo:


Plenos derechos y libertades sindicales, respeto y protección completa a la dirigencia, mediante la activa facilitación y garantía para que ésta ejerza plenamente su papel en beneficio de los trabajadores, de la paz y de la democracia.


Acción a fondo de la Fiscalía Nacional para que se investigue a los responsables de los crímenes y amenazas contra el movimiento sindical y particularmente a quienes han desatado la nueva ofensiva contra éste.


Designación de una entidad, con participación de delegados de las centrales obreras, para que se investigue y esclarezca plenamente el origen y la responsabilidad por esta ofensiva. Particularmente, exigir investigación sobre la conducta de los empresarios palmeros, sospechosamente vinculados al accionar paramilitar.


Depuración de los grupos de oficiales de la fuerza pública, que abiertamente están patrocinando a las ahora llamadas “Águilas Negras”, las cuales están atentando contra sectores sociales y religiosos del Magdalena Medio, llegando incluso al descaro de amenazar de muerte a los Obispos y Sacerdotes de la región.


Solicitud a todos los sectores del movimiento social y de derechos humanos para que se dirijan a las organizaciones internacionales pidiéndoles una acción conjunta y especialmente vigorosa para que el gobierno colombiano responda ante el mundo por la tolerancia frente a la grave situación del país.

lunes, 21 de abril de 2008

ASESINADO DIRIGENTE SINDICAL DE SINDESENA - ATLÁNTICO



ASESINADO DIRIGENTE SINDICAL DE SINDESENA - ATLÁNTICO

A pesar que la Dirección General del SENA y los organismos de seguridad del Estado, conocían las amenazas de que vienen siendo objeto dirigentes de SINDESENA, de manera especial en los departamentos de la Costa Atlántica y Antioquia, ningún interés ni acción realizaron para evitar el execrable secuestro y asesinato de que fue objeto JESUS HEBERTO CABALLERO ARIZA, Fiscal suplente de la subdirectiva sindical, representante de los trabajadores en el comité del Servicio Medico Asistencial y representante de los trabajadores en la Comisión Regional de Personal en el departamento del Atlántico.
El Instructor de ética JESÚS CABALLERO, al igual que la mayor parte de trabajadores del SENA, fue un contradictor de las desastrosas políticas que el actual gobierno ha venido implementando con la Formación Profesional, de manera especial en lo referente a los procesos de integración con la educación formal, la virtualización y terciarización, que permiten entregar millonarios recursos a empresarios privados, en un camino seguro a la privatización y liquidación del SENA como ente ejecutor de la Formación Profesional Integral en Colombia.
La posición de quienes durante medio siglo hemos defendido la Formación Profesional en Colombia ha merecido descomedidos señalamientos de parte del Director General, Doctor Darío Montoya, llegando incluso a tratar con términos groseros a la dirigencia sindical. Coincidiendo con sus posiciones autoritarias, totalmente negadas al diálogo con trabajadores y estuciantes, grupos de Extrema Derecha han hecho llegar comunicados a varias subdirectivas anunciando sus amenazas que con este crimen al parecer empiezan a cumplir. Amenazas que se incrementaron contra todo el movimiento sindical, luego de nuestra participación en la jornada contra el paramilitarismo y terrorismo de Estado del pasado 6 de marzo.
Ante la falta de garantías reales, que deben trascender ineficaces “Consejos de Seguridad” responsabilizamos al Estado Colombiano y a sus representantes en nuestra entidad por la seguridad e integridad de todos los trabajadores. Es preocupante el incumplimiento de la Dirección del SENA con una jornada en defensa de la vida, que inicialmente acordamos realizar, en el marco de la convocatoria del 6 de marzo.
Además de las amenazas que desencadenaron el asesinato de Jesús Caballero en Barranquilla, actualmente existen amenazas contra la dirigencia sindical en Medellín por un grupo que firma como “Águilas Negras Bloque SENA” y de Córdoba donde los compañeros denunciaron el año pasado posibles vínculos de la entonces Directora Regional con parlamentarios presos por el tema de la parapolítica.
Bogotá abril 20 de 2008.

DENUNCIA PÚBLICA.


POR EL SECUESTRO, TORTURA, Y ASESINATO DEL COMPAÑERO JESUS HEBERTO CABALLERO ARIZA FISCAL SUPLENTE DE SINDESENA SUBDIRECTIVA DE BARRANQUILLA, SERVIDOR PUBLICO DEL SENA DURANTE 20 AÑOS.


Con mucho dolor y repudio estamos denunciando a la opinión publica el secuestro, la tortura y el vil asesinato del compañero JESUS HEBERTO CABALLERO ARIZA , Instructor de ETICA y Derechos Humanos del Centro agropecuario CAISA, de la regional Atlántico; Fiscal suplente, representante de los trabajadores en el comité del servicio Medico asistencial, SSEMIS, comisión estatutaria de reclamos, comité de Dotación en representación de SINDESENA, Subdirectiva de Barranquilla, miembro de la comisión de personal de la Regional Atlántico.


Además de manera personal tuvo una amplia participación cívica, entre la que se destaca: presidente de la Junta de acción Comunal de Manuela Beltrán, en el Municipio de SOLEDAD, Atlántico; y Presidente de la JUNTA del conjunto residencial donde residía.


Activista, defensor de los derechos humanos como sociólogo de profesión, líder comunitario de barrios y veredas en el Departamento del Atlántico.


Consideramos que este vil asesinato del instructor del SENA , de ETICA y derechos humanos, JESUS HEBERTO CABALLERO ARIZA , es un atentado contra los trabajadores del SENA y de las organizaciones sindicales que defienden la existencia del Sena y los derechos de los trabajadores de la entidad, y es una muestra más de la persecución y aniquilamiento de los dirigentes sindicales, ya que en Colombia han asesinado 2741 dirigentes sindicales en los últimos años y hoy en total impunidad; además de 200 dirigentes sindicales de SINDESENA amenazado en todo el país y 4 asesinados la fecha.


Aseguramos que este vil asesinato es un ataque frontal contra toda la estructura del sindicato de Empleados públicos del SENA, y la subdirectiva de Barranquilla, quienes han venido denunciando toda una ola de corrupción, robos y desadministración en el SENA, y una forma de represión y persecución para las personas que como JESUS HEBERTO CABALLERO ARIZA tuvieron participación activa en la jornada del 6 de marzo de 2008 contra la tortura, desaparición forzada ,el secuestro, asesinato y desplazamiento realizados por todos los actores armados ilegales de este país ,quien han utilizado esta estrategia para acallar las voces de protesta contra los crímenes de estado y de los paramilitares...


Lo anterior viola las normas del derecho internacional humanitario, los tratados internacionales, la constitución política de Colombia, por lo que exigimos que el gobierno Nacional, La fiscalía General de la República, procuraduría General ,La defensoría del pueblo, realicen todas las gestiones conducentes para esclarecer quienes son los responsables intelectuales y materiales de este vil asesinato del compañero JESUS HEBERTO CABALLERO ARIZA, DIRIGENTE SINDICAL Y DEFENSOR DE LOS DERECHOS HUMANOS que enluta a la comunidad SENA.


Solicitamos a La Dirección General del SENA y los organismos de derechos humanos nacional e internacionales realizar sus pronunciamientos ante el gobierno nacional y acompañar la búsqueda de la justicia por este homicidio.


NOS DECLARAMOS EN ASAMBLEA PERMANENTE INDEFINIDA POR LA DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS Y LA VIDA. POR EL RESPETO DE LA GARANTIAS Y LIBERTADES SINDICALES.

Volver a la página principal

domingo, 20 de abril de 2008

Aberrante Ex 'paras' prometieron revelar ubicación de fosa con víctimas de masacre de Barrancabermeja de 1998

Una finca en la vereda La Musanda sería el sitio donde enterraron a 25 personas -21 hombres, una mujer y 3 menores- asesinadas el 16 de mayo de 1998 por orden de un comandante borracho.
Mario Jaimes Mejía, alias 'El panadero' relató lo ocurrido ante un fiscal en Medellín.

La de Barrancabermeja fue la mayor masacre cometida en la última década y desató una cadena de crímenes selectivos que llenó de terror el puerto petrolero.

Según Mejía, alrededor de 50 'paras' a su mando hicieron un recorrido por barrios del nororiente de la ciudad sacando gente de un bazar que había en una cancha y de varios negocios. A siete los acribillaron allí mismo y 25 fueron llevados ante Guillermo Cristancho Acosta, alias ' Camilo Morantes', jefe 'para' del 'bloque Magdalena Medio'.

"...Varios de ellos fueron señalados por informantes de que no eran guerrilleros como se había dicho. Sin embargo, eso no importó...", relató Mejía ante un fiscal de Justicia y Paz, en Medellín.

Al parecer, bajo los efectos de los tragos, 'Morantes' mandó a asesinar a las personas. El encargo cayó en manos de alias 'William Tatareto'.

"...Y de unas los mató a todos", agregó 'El panadero', un ex guerrillero reclutado por 'paras' y hoy desmovilizado, que dijo desconocer quién era 'Tatareto', aunque sostuvo que fue asesinado 15 días después de la masacre.

Según él, unas tres víctimas fueron tiradas a una laguna de la zona.

Según anunció el desmovilizado, dos paramilitares del 'Bloque Central Bolívar' hoy detenidos darán en los próximos días las coordenadas del lugar donde está la fosa.

La revelación despertó las esperanzas de familiares de las víctimas, que llevan una década siguiéndoles el rastro.

Jaime Peña, padre de un muchacho de 16 años desaparecido desde entonces, dijo que en la confesión de 'El panadero' no hay nada nuevo y que lo único que reclaman es que les digan la verdad y les den las coordenadas.

Y David Ravello, de la Corporación Regional para la defensa de los Derechos Humanos (Credhos), dijo que el testimonio ratificó que se trató de un crimen de lesa humanidad y que las víctimas no tenían nexos con grupos armados.

Ayuda militar

El relato coincide con el del ex jefe 'para' Rodrigo Pérez Alzate, alias 'Julián Bolívar', quien a principios de este año dijo en versión libre que "por error 'Camilo Morantes' ordenó matar a estas 32 personas".

Según Pérez, un informante había proporcionado a 'Morantes' el listado de 32 presuntos guerrilleros, pero luego de matarlos y desaparecerlos, se dieron cuenta del error.

Por estos hechos, la Unidad de DD. HH. de la Fiscalía investigó al cabo segundo del Ejército Rodrigo Pérez, del Batallón Antiaéreo Nueva Granada, y se le dictó orden de captura a Bolman Said Sepúlveda, 'Wolman'. El 12 de diciembre del 2005 fue vinculado al proceso 'El panadero'.

Organismos de DD.HH. han criticado el proceso porque ningún militar ha sido sancionado, a pesar de que se sabe que después de la matanza los 'paras' salieron por un retén militar que controlaba el ingreso a la ciudad. De hecho, Mejía aseguró que en su accionar en Barranca contó con ayuda de varios militares, pero no dio nombres.

'Camuflaba pistola entre el pan'
Mario Jaimes Mejía, 'El panadero' fue integrante del frente 24 de las Farc. Creció en el barrio Miraflores de Barrancabermeja. Abandonó los estudios de primaria, se hizo repartidor de pan y a mediados de los 90 ingresó a las milicias de las Farc, antes de unirse a las Auc.

"Cambió la pistola, que camuflaba entre el pan, por un fusil. Era un niño bueno y amigo de todos, pero cuando se metió a la guerrilla se alejó", recordó un compañero de infancia.

Luego de pagar tres años por rebelión en la cárcel de Barranca, sus primeros meses de libertad estuvieron marcados por la violencia. Las Farc antes de reincorporarlo lo vigilaron, ya que temían que en prisión se hubiera convertido en 'para'.

Durante ese periodo se sospecha que 'El panadero' hizo extorsiones por su cuenta, lo que habría provocado la ira de la subversión, que bajo amenazas de muerte lo expulsó del grupo y lo obligó a irse del barrio.

'El panadero' sufrió varios atentados. El primero, el 14 de septiembre de 1997 cuando los subversivos le dispararon y le lanzaron una granada desde un taxi. Jaimes salió levemente herido. Quince días después le hicieron otro atentado en una fuente de soda. Dos rebeldes pasaron corriendo y le lanzaron desde un taxi dos granadas que lo afectaron en sus piernas.

Por este ataque a Jaimes le reconstruyeron una de sus piernas con platinas y clavos, lo que sobresalía en sus botas pantaneras y por su cojera, los vecinos del Miraflores lo reconocieron el día de la masacre.


MEDELLÍN Y BUCARAMANGA


Volver a la página principal

Les estamos fallando a las víctimas


El Estado no está haciendo todo lo que podría para garantizar que las 125 mil personas que han sufrido por el paramilitarismo accedan a asesoría legal, atención sicológica y reparación colectiva. Balance de la Corporación Nuevo Arco Iris.


Fecha: 04/17/2008 - El debate que tuvo lugar en la Comisión Primera del Senado ayer planteó los puntos neurálgicos en los que está fallando la aplicación de la Ley de Justicia y Paz (Ley 975 de 2005) para garantizar lo que su artículo primero estipula “garantizar los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación”. El debate no pretendió demostrar la capacidad de los paramilitares para cometer crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra.


Por el contrario, quería mostrar que el Estado a través de las instituciones a las que la Ley de Justicia y Paz les asignó funciones, no ha cumplido de forma eficaz y diligente con sus responsabilidades para garantizar los derechos de las víctimas. La Fiscalía General de la Nación, la Defensoría del Pueblo, el Ministerio del Interior, y en particular la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación por su expreso mandato, no les han cumplido a las víctimas o les han cumplido sólo parcialmente.

La representación judicial
Las cifras que se presentaron en el debate muestran que la representación judicial de las víctimas por parte de la Defensoría del Pueblo está fallando y que esa entidad no puede seguir escudando su ineficacia en la falta de presupuesto.


A dos años y ocho meses de vigencia de la Ley poder aún no ha podido brindarles a las víctimas una asesoría y representación judicial idónea, sobre todo cuando las denuncias de abogados particulares que las estafan son frecuentes.


La reparación integral también se juega en este punto: en garantizar un acceso eficaz a la justicia que implique la defensa técnica para las víctimas. Fuente: Defensoría del Pueblo, abril 2008. Entre todas las víctimas que están registradas en Justicia y Paz (125.368), solo se han acreditado el 55.06% (69.027).


La Defensoría del Pueblo ofrece representación judicial a 10.716 víctimas, es decir, al 9% de las víctimas. El Ministro del Interior, Carlos Holguín afirmó en el debate al referirse a la participación de las víctimas en Justicia y Paz que “no están todos los que son ni son todos los que están”.


A casi tres años de vigencia de la ley, se esperarían respuestas más contundentes. La atención psicosocial También es preocupante lo que está ocurriendo con el acompañamiento psicosocial.


La Defensoría cuenta con un equipo de 12 psicólogos para desarrollar la estrategia de Ruta Psicojurídica que la Unidad de Justicia y Paz de dicha entidad implementó a mediados del 2007. Tan sólo 2263 víctimas han asistido a talleres de orientación psicosocial, 1997 han sido beneficiarias de orientación psicosocial individual, y 1319 han presenciado talleres psicosociales. Esto demuestra que sólo el 23% de las víctimas de todas (que hasta ahora suman 8.634) las que participaron de las versiones libres y escucharon el relato de crímenes atroces por parte de los perpetradores fueron beneficiarias de la orientación psicosocial individual.


Estudios chilenos y argentinos sobre los efectos del conflicto en la salud mental concluyen que las víctimas del conflicto armado no pueden equipararse a las de los efectos de desastres naturales. Las víctimas de conflictos armados saben que su agresor sigue presente y por eso sienten más miedo, vulnerabilidad, e impotencia.


La ruta psicojurídica está teniendo un efecto de “primeros auxilios emocionales” que lo que termina haciendo es preparando a la persona para que sea funcional en el proceso jurídico, pero que no profundizan en la condición de su salud mental y no permite valorar los daños. Por eso es necesario un acompañamiento psicosocial desde el inicio de los procesos penales para que las víctimas no vuelvan a ser victimizadas y se asegure una defensa eficaz de sus derechos. Ni qué hablar del tratamiento sicológico en comunidades que han sido víctimas de masacres. Es urgente mejorar la oferta de programas estatales y diseñar protocolos de atención para valorar el daño colectivo a las comunidades, de modo que se remita a las instituciones especializadas.


Es importante considerar que las víctimas no sólo hacen duelo por los seres queridos muertos o desaparecidos sino también por su proyecto de vida, por ello esta atención al daño colectivo es fundamental para la reconstitución del tejido social de las comunidades. Restitución de bienes La Ley 975 de 2005 no estipula literalmente un momento expreso para la entrega de bienes a las víctimas y esta podría llegar a realizarse hasta el final del proceso jurídico, en la audiencia de verificación de cargos. Frente a esto, no se conocen acciones concretas de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación para que la entrega de bienes se realice en las etapas iniciales del proceso. Si esto no ocurre los bienes pueden pasarse a terceros o deteriorarse, como se comprueba en el listado de bienes de Acción Social.


Entonces, si lo que prima en la función de la CNRR es la garantía del derecho de las víctimas a la verdad, justicia y reparación, una acción diligente frente a la entrega de bienes podría garantizar que existan mejores condiciones para una reparación integral.


Si bien el Ministro Carlos Holguín reconoció que “es una vergüenza lo de bienes, es mínimo”, cosa que ya el Presidente había afirmado el día anterior, tampoco se puede aceptar que estas instancias digan que están dando los primeros pasos.


Para entender la aplicación de la Ley de Justicia y Paz, un procedimiento diseñado sin contar con la estructura institucional adecuada para llevarlo adelante, podría apelarse a la sabiduría campesina que recuerda que “primero hay que comprar las bestias para ensillarlas”.


Pero el Ministro también afirmó que “el esfuerzo del Estado es descomunal” y que lo que hizo fue “lo más y lo mejor”, cuando se conoce por diversas fuentes de instituciones públicas y organizaciones no gubernamentales que han asesinado a 15 víctimas vinculadas al proceso de Justicia y Paz y que hay 92 víctimas amenazadas. Entonces si esto ha sido “lo más y lo mejor”, cabe preguntarse ¿qué tal hubiera sido lo menos y lo peor?
El debate de ayer permitió situar en el escenario público un tema que es muy relevante en la coyuntura actual. Si como sociedad colombiana no estamos dispuestos a asumir el problema de las víctimas del conflicto armado como un problema que nos involucra a todos y todas, difícilmente alcanzaremos la verdad, la justicia y la reparación necesarias para el tránsito hacia la paz sostenible. Ver..

viernes, 18 de abril de 2008

ASESINADO UN CAMPESINO EN LA VEREDA CAÑO CABRA EN EL SECTOR DEL BAJO ARIARI (META), Y DESAPARECIDO MENOR DE 7 AÑOS

(Colombia)(Autor: Comisión de Derechos Humanos del sector del Bajo Ariari) (Fecha. Abril 18 de 2008)

Hechos:

El día de ayer 17 de Abril de 2008, siendo aproximadamente las 5 AM el señor JESUS MAMERTO MATURANA, salio de su casa con su nieto LEIDER ESTIVEN BERMUDEZ de 7 años de edad hacia el caño Cabra a coger embarcación hacia una población cercana y en el transcurso del camino el ejercito le disparo causándole la muerte y aun se desconoce el paradero del menor.

Hacemos un llamado a las organizaciones Defensoras de Derechos Humanos para que nos pronunciemos exigiéndole al gobierno de ALVARO URIBE garantías para nuestras comunidades, para sus líderes sociales, en otras palabras que cumpla con la Constitución Nacional y que garantice a los ciudadanos poder vivir y disfrutar del goce de todos nuestros derechos.

VIOLACIÓN AL SISTEMA DE GUARDAS DE LA PUERTA DE ACCESO A LAS OFICINAS DE FENSUAGRO- CUT EN BOGOTÁ

(Colombia)(Autor: FENSUAGRO - CUT) (Fecha. Abril 18 de 2008)
Hechos:
EL día de ayer 17 de abril, al llegar a nuestras instalaciones nos encontramos que la puerta de acceso a las oficinas de Fensuagro en la ciudad de Bogotá D.C. había sido objeto de forzamiento y violación de las guardas de seguridad por personas desconocidas, que no lograron ingresar a pesar de los destrozos de madera y cerradura.

Estas es una de las modalidades que se está utilizando contra las organizaciones populares en nuestro país que tiene como objeto robar las memorias de los computadores y documentos de las organizaciones.

Antecedentes

Fensuagro, ha venido siendo objeto de una fuerte persecución, seguimientos, asesinatos y encarcelamientos contra sus dirigentes sindicales a nivel nacional.
· El día 5 de febrero de 2007 recibimos vía internet, amenazas donde se nos declara objetivos militares por el grupo terrorista que se auto heredan el legado criminal de las Autodefensas Unidas de Colombia AUC.

· El día 8 de marzo de 2007, 4:30 hicieron presencia dos hombres sospechosos, quienes trataron de ingresar al interior de las oficinas.

· El día 9 de marzo de 2007, a las 3:30 p.m le hicieron una llamada sospechosa a la secretaria Nacional de Derechos Humanos Aidee Moreno, una persona que se hizo pasar por ser asesor de COMCEL, y que había sido supuestamente beneficiada con una tarjeta de 1.000 minutos y por lo tanto requería de la dirección de la casa, su cedula y su número telefónico.

· El día 9 de marzo de 2007, hicieron presencia varias personas, tomaron fotografías, a la entrada el edificio donde funcionan las oficinas de Fensuagro y uno de los que estaban tomando fotos, había estado el 8 de marzo, tratando de ingresar a la oficina de forma sospechosa.
· El día 9 de marzo de 2007, se recibió una nueva amenaza via correo electrónico, donde se ratifican las amenazas de estos criminales, quienes en el comunicado dicen “haber recibido órdenes precisas de su líder máximo doctor Álvaro Uribe Vélez”.

· El día 23 de diciembre de 2007, la secretaria de la oficina Sindical en Popayán, fue abordada por personas que se identificaron del DAS seccional Cauca, asediándola con preguntas y además de solicitarle que brindara información sobre Hubert Ballesteros vicepresidente de Fensuagro.

· Asedio que le hiciera el Ejército Nacional en los meses de Enero y Febrero/08 al Dirigente Agrario Parmenio Poveda, miembro del Comité Ejecutivo de Fensuagro, y dirigente del sindicato de Sumpaz, estando ejerciendo su trabajo sindical en la localidad 20 de Sumapaz

· Llamadas realizada entre el 4 y 5 de marzo de 2008 a la casa del Dirigente Nacional Parmenio Poveda por personas que se hacían pasar por ser supuestamente funcionarios de Gas Natural, en el cual solicitaban información como: que días se encuentran en la casa y de qué color es la fachada de la casa, para poderles hacer una revisión interna y verificar el estado de las instalaciones de gas.

· El día 14 de marzo de 2008, fuimos informados por personas que llaman a la oficina, como a las 09:30 cuando llamaron, contesto una persona que dijo ser de la empresa ETB, que la línea estaba ocupada y no podía hacer pasar a nadie en ese momento, situación preocupante porque ese día no había daños de la línea, ni tampoco se encontraba ningún operario en nuestras instalaciones.

Es de anotar que a todo lo anterior se suma la intervención de a las líneas telefónicas y celulares de la Federación en Bogotá.

POR TODO LO ANTERIOR, RESPONSABILIZAMOS Y EXIGIMOS

· Al gobierno nacional, por su omisión ante las reiteradas denuncias efectuadas por nuestra Federación.

· Brindar las garantías necesarias para la protección de la vida, y el libre ejercicio de la actividad sindical, a los miembros de comité Ejecutivo de Fensuagro.

· Que se investigue y haya claridad en los actos criminales contra nuestra organización sindical, agraria y campesina.

· Cesar la persecución Estatal contra nuestros dirigentes agrarios.

A LAS ORGANIZACIONES NACIONALES E INTERNACIONALES

Le solicitamos la solidaridad moral y Política con la exigencia al Gobierno de Álvaro Uribe, para que cese la persecución contra nuestra organización Sindical y en contra de todos nuestros líderes y dirigentes y en especial con los Campesinos en Colombia.

CAMPESINOS DEL CATATUMBO PRESENTADOS COMO GUERRILLEROS DADOS DE BAJA EN COMBATE POR LA BRIGADA 30 DEL EJERCITO

(Colombia)(Autor: Capítulo Norte de Santander Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado) (Fecha. Abril 18 de 2008)
En los últimos días los campesinos del Catatumbo han denunciado los constantes operativos del ejército que se han desarrollado desde hace más de un mes por toda la región. En consecuencia, el 16 de abril de 2008 en una finca de la vereda San Isidro del municipio del Tarra, en un supuesto enfrentamiento de la insurgencia con los hombres del Ejercito Nacional pertenecientes a la Brigada 30, fueron asesinados 2 campesinos quienes fueron presentados como guerrilleros dados de baja en combate.

La víctimas fueron Eimer Miguel Obregón Florez, de 17 años, que hasta el año pasado era un estudiante de la Escuela de su barrio y José Iván González González de 22 años. Las dos víctimas llegaron en enero a trabajar a El Tarra en labores del campo, ya que eso era lo único que sabían hacer. Los dos jóvenes habían sido desplazados anteriormente en el 2003.
Sorpresivamente un familiar se comunico con las organizaciones de derechos humanos del departamento el 16 de abril de 2008, como a las 6:00 de la mañana. La razón de la comunicación fue la preocupación de una familiar de los jóvenes debido a los enfrentamientos que se produjeron el 15 de abril en San Isidro.

El Capítulo Norte de Santander del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado, se comunico con el sargento Correa de la Estación de Policía de El Tarra y éste le solicito a la familiar de los jóvenes los nombres de sus sobrinos, luego del cual, afirmo que no los tenían retenidos.

Posteriormente los familiares de Eimer y José Iván se comunicaron con el Grupo Maza de Cúcuta para solicitar más información y allí les comunicaron que los cadáveres de los jóvenes habían sido trasladados en helicóptero a Cúcuta.

En Cúcuta uno hermano de una de las víctimas reconoció los cuerpos de los jóvenes, quienes según los miembros del CTI habían sido dados de baja en combate.
La comunidad del municipio del Tarra denunció el hecho afirmando que los jóvenes son trabajadores de la zona y que no tienen relación con ningún grupo insurgente.
Entretanto el Ejército justifica la muerte de los jóvenes afirmando que Eimer estaba camuflado y que los dos jóvenes eran guerrilleros.

Hasta la fecha el temor es lo único certero entre las comunidades del Tarra ya que continúan los operativos del ejército y la muerte de la población civil, puesto que la fuerza pública afirma que en la vereda San Isidro dieron de baja a siete guerrilleros y no disponemos de una información clara sobre las personas que han muerto en los enfrentamientos; también tenemos conocimiento de que hay 6 heridos, de los cuales tampoco sabemos nada.

Solicitamos al MOVICE y las organizaciones defensoras de derechos humanos a nivel local y nacional su apoyo en la denuncia y visibilización de estos hechos ya que nos preocupa la integridad de las comunidades de la región, puesto que el ejército hace referencia a que cuatro de las personas “dadas de baja” son menores de edad, dos de ellos de 11 y 12 años.